Este artículo fue traducido por Clara Longo de Freitas y Amanda Hernández desde un reportaje original de Clara Longo de Freitas. To read this story in English, click here.

Mientras se analizan las encuestas a pie de urna de las elecciones presidenciales, el presidente electo Joe Biden puede decir que obtuvo alrededor de dos tercios de lo que se ha denominado el “voto latino”, pero eso no contaría toda la historia.

Gran parte del voto latino restante fue para el presidente Donald Trump, quien tiene un historial de fuerte retórica antiinmigración.

El control de inmigración fue una gran parte de su exitosa campaña de 2016, con miles de personas en sus mítines coreando “construyan el muro” en apoyo de evitar que los inmigrantes crucen la frontera entre Estados Unidos y México — inmigrantes que describió como “criminales”, “violadores” y “asesinos”.

Esto ha llevado a algunos a preguntarse: ¿Por qué los latinos votarían por Trump?

Diamondback habló con tres profesores de la Universidad de Maryland — dos del programa de estudios latinos de EE.UU en esta universidad y una que estudia política latina — para averiguar por qué.

¿Sus conclusiones? Los latinos no son un monolito.

El término “latino” se hizo popular en la década de 1990, como un término general para agrupar a aquellos con vínculos culturales con América Latina. Surgió como una alternativa más inclusiva a lo “hispano”, que excluía a los países que no hablaban español como Brasil y Haití.

Pero si bien el término hace un buen trabajo al agrupar países con una historia compartida de colonización, la comunidad latina sigue siendo muy diversa — por lo que algunos argumentan que el voto latino es un mito.

“No hay tal cosa como el voto Latinx, no existe”, dijo Nancy Raquel Mirabal, directora del programa de estudios latinos de EE.UU. en el departamento de estudios americanos de esta universidad. “No hay un electorado que sólo puede salir a votar y asumir que va a ir de una manera determinada. Y la razón de esto es que todas nuestras historias son muy diferentes”.

Es decir, de la misma manera, no todos los estadounidenses blancos votan de la misma manera, ni tampoco todos los latinos.

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Para empezar, los políticos deben tener en cuenta los orígenes nacionales de las comunidades, dijo Stella Rouse, profesora del departamento de gobierno y política. La mayoría de los latinos se identifican ante todo por el país o el lugar de origen de su familia, dijo Rouse, usando términos como cubanoamericano o mexicoamericano. Eso debería ser más formativo para los expertos y los políticos en la forma en que se acercan a estos grupos, dijo.

Por ejemplo, los cubanoamericanos han votado habitualmente a los republicanos desde la era de Ronald Reagan, dijo Mirabal. El Partido Republicano es bueno para atacar los feroces sentimientos anticomunistas de esos votantes, dijo, muchos de los cuales vivían bajo el régimen socialista de Fidel Castro. También tiene sentido que algunos venezolanos estadounidenses que vienen de una Venezuela liderada por Hugo Chávez o Nicolás Maduro voten por Trump, dijo Rouse, especialmente dada su estrategia de campaña.

La campaña de Trump hizo esfuerzos deliberados para presentar a Biden como un socialista, diciendo que Estados Unidos se convertiría en un país socialista si era elegido, dijo Rouse. Eso jugó con los temores de las comunidades cubana y venezolana.

“No está bien, toda la información errónea que se dio”, dijo Rouse. “Pero simplemente hicieron un mejor trabajo tratando de motivar a los cubanos, venezolanos y otros latinos en esa comunidad para que salieran. Y superó con ellos”.

En contraste, la campaña de Biden se acercó a los latinos como un electorado uniforme, sin ir más allá de su postura sobre el programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia, dijo Rouse.

Mirabal dijo que el apoyo de Biden a DACA fue la única vez que sintió que Biden estaba hablando directamente con la comunidad latina.

“Y seguí pensando, ¿por qué Biden no hizo más de eso?” ella dijo.

Y aunque la inmigración es importante para muchos latinos, no resuena con todos por igual — eso dependerá de dónde vivan y cuánto tiempo hayan estado en los Estados Unidos, dijo Rouse.

Por ejemplo, los votantes latinos en los estados del suroeste que comparten una frontera con México verán la inmigración de manera diferente a los latinos en Florida, dijo Mirabal. De manera similar, los latinos con familias indocumentadas pueden estar más a favor de la inmigración que los latinos que han estado en el país durante generaciones. Estos latinos de tercera o cuarta generación pueden incluso preocuparse de que una mayor afluencia de inmigrantes pueda amenazar sus trabajos, dijo Rouse.

En Maryland, donde muchos latinos tienen experiencia con el estatus de protección temporal, la comunidad podría estar más interesada en el camino hacia la ciudadanía que en otros estados, dijo Perla Guerrero, profesora del programa de estudios latinos de EE. UU. En Georgia, donde los estudiantes indocumentados no pueden inscribirse en algunas instituciones públicas, el enfoque puede estar en la educación, dijo Guerrero.

Sus profesiones también pueden influir en su ideología política. Los dueños de negocios podrían pensar que se beneficiarían más de la desregulación y una economía de mercado libre, mientras que los latinos que están en el sector de servicios pueden votar por los demócratas. Ese fue el caso de Nevada, donde hay muchos latinos de ascendencia mexicana y una fuerte presencia sindical, dijo Rouse.

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La raza y la religión también pueden influir, dijo Guerrero.

Los latinos se identifican de diversas maneras: de los casi 60 millones de latinos en los Estados Unidos, que representan casi una quinta parte de la población de los Estados Unidos en 2020, alrededor de 40 millones se identifican como blancos, casi 1.5 millones se identifican como negros, más de 220.000 se identifican como asiáticos y más de 620.000 se identifican como amerindios, según CNN. Su raza significa que tienen diferentes experiencias de vida, dijo Guerrero, lo que puede llevarlos hacia la derecha o hacia la izquierda.

Y la religión puede impactar de manera similar donde se vean atraídos los votantes latinos. Por ejemplo, muchos católicos pueden ver el aborto como inmoral, lo que podría llevar a los latinos católicos a votar por un candidato que se opone al aborto. Pero aunque la mayoría de los latinos son católicos, muchos son protestantes evangélicos y un pequeño porcentaje practica varias religiones, como el judaísmo, el budismo, el mormonismo y el cristianismo ortodoxo, según el Pew Research Center.

Pero el Partido Demócrata a menudo da por hecho el voto latino, dijeron los tres profesores. Y cuando el partido habla con la comunidad, a menudo es solo durante un año electoral

“Cuando se trata de organización de base… el Partido Demócrata no ha hecho un muy buen trabajo reconociendo o apoyando esos esfuerzos que, una y otra vez, terminan ayudándolos a ganar estas elecciones”, dijo Mirabal.

El partido raramente organiza o forma coaliciones con organizaciones que hacen el trabajo de base, dijo Mirabal, como Living United for Change en Arizona. La organización con sede en Arizona lanzó una iniciativa de “voto AZUL” en la que movilizaron a los votantes latinos, dijo Mirabal. El Partido Demócrata necesita apoyar a estas organizaciones con fondos y consultores, dijo Mirabal.

Además, algunos inmigrantes que se naturalizan o se convierten en ciudadanos pueden sentirse desconectados de la política estadounidense, dijo Guerrero, y no están informados sobre el panorama político más amplio. No creen necesariamente que sus votos importan, y eso se debe en parte a que los partidos no se acercan lo suficiente a estas comunidades, dijo.

Los votos de los latinos podrían haber sido más decisivos en la elección, dijo Guerrero, si ambos partidos se hubieran acercado más a ellos.

“Son una fuente de poder sin explotar”, dijo.

En esta elección, parece que Biden eligió concentrarse en los estados de Rust Belt en lugar de las comunidades latinas, dijo Rouse. Pero la comunidad latina está creciendo y expandiéndose por todo el país.

“No creo que podamos ignorarlos como una estrategia política o electoral en el futuro”, dijo.

En su opinión, Biden no necesariamente mereció la gran mayoría de sus votos, dijo Guerrero.

“La gente está consciente de que las políticas de Trump serían mucho más perjudiciales”, dijo Guerrero. “Las campañas deben prestar atención a todos, a todo tipo de estadounidenses con diferentes cuestiones”.