Este artículo fue traducido por Leah Campbell desde un reportaje original escrito por Hannah Ziegler. To read this story in English, click here.
Antes que los estados empezaron a socavar los derechos reproductivos y la Corte Suprema anuló Roe v. Wade, Diane Horvath y Morgan Nuzzo se les ocurrió la idea de abrir su propia clínica del aborto.
Horvath, una médica, y Nuzzo, una enfermera obstetra, habían brindado atención de aborto y reproductiva independientemente alrededor del área de Washington, D.C. durante muchos años. Durante las citas de juegos de sus hijos, discutirían sus trabajos — lo que amaban, lo que no les gustaba y cómo mejorar. Esas conversaciones continuaron por alrededor de seis años hasta el otoño de 2021 — cuando la pareja finalmente se encontraron listas para abrir su propia clínica.
Su decisión de plantar raíces para su clínica en College Park coincidió con una represión nacional contra la atención del aborto y los derechos reproductivos — marcada por la decisión de junio de 2022 que hizo que la Corte Suprema anulará su decisión histórica de Roe v. Wade.
Lo que empezó como un “sueño” para Nuzzo y Horvath se convirtió rápidamente en una manera de mitigar un escenario de pesadilla por todo el país, ellas dijeron. Cuando la Corte Suprema anuló Roe, Maryland fue uno de sólo 16 estados, más al Distrito de Columbia, que habían codificado las protecciones del aborto en su ley estatal. Ahora, con una efusión del apoyo comunitario y un personal completo, la clínica se está preparando para un aumento de pacientes del aborto fuera del estado. Esperan abrir sus puertas a pasos del campus de la Universidad de Maryland a fines de septiembre.
“Hemos tenido esta idea por mucho tiempo. Hemos tenido este sueño sobre cómo sería una clínica y la atención que querríamos brindar a pacientes”, dijo Horvath. “Entonces esta oportunidad se abrió por una serie de eventos desafortunados. Pero luego dijimos, ¿‘cuándo será un mejor momento que ahora’”?
Partners Clinic será una de las pocas instalaciones de aborto en la nación que prioriza la atención de los abortos tardíos. La gran mayoría de los abortos en los EE.UU. tienen lugar al principio del embarazo con aproximadamente 93 por ciento ocurriendo antes de 14 semanas. Menos del 1 por ciento de los abortos se realizaron a las 21 semanas o más en 2019.
El estado de Maryland permite los abortos electivos en cualquier momento antes de la viabilidad — el tiempo alrededor de las 24 semanas de embarazo cuando el feto sería capaz de vivir fuera del útero. Pero la gente en Maryland pueden tener abortos después de viabilidad si la vida de la persona embarazada está en peligro o hay una deformidad fetal esperado. Horvath y Nuzzo priorizarán estos abortos primero al abrir la clínica.
En abril, Horvath y Nuzzo empezaron una campaña de GoFundMe para cubrir los costos de abrir la clínica. El GoFundMe superó su objetivo original de recaudar $250.000 después que se filtró la decisión de la Corte Suprema de revocar Roe. Ahora, las donaciones a la clínica ascienden a casi $370.000 y varían en tamaño desde $5 a $20.000.
La experiencia de Horvath y Nuzzo con abortos tardíos del embarazo ha facilitado la logística de abrir sus clínica más fácil. Clínicas a través de la nación han estado luchando con los costos de transporte, comida y refugio para las pacientes del aborto viajando fuera del estado para recibir la atención desde que se anuló la ley Roe.
“Estamos viendo personas de Georgia y Tennessee que tienen ocho o siete semanas [de embarazo] porque faltaron a la fecha límite por un día en su estado de origen. Ahora, están teniendo la experiencia de tener que conseguir un boleto de avión o autobús”, dijo Nuzzo. “Esta es la experiencia que pacientes del aborto tardío han tenido por mucho tiempo”.
Los empleados de la clínica han completado talleres sobre atención informada de trauma y contra la opresión que les permitió aprender juntos y de unos a otros, dijeron los miembros del personal.
Un técnico de atención paciente trabajando en la clínica, que prefirió permanecer en el anonimato por privacidad, nunca supo que los médicos pudieran ser tan “bondadosos y cariñosos” antes de trabajar con Horvath y Nuzzo. El énfasis de la clínica en la atención informada del trauma era “revolucionario”.
“Todos están tan ansiosos por aprender y ansiosos por amar. Hay una poderosa sensación de la intimidad y la seguridad entre el personal”, se dicen. “Estamos aquí para brindar la atención médica. Queremos hacerlo de una manera compasiva y cariñosa”.
Nuzzo y Horvath esperan combinar la atención del aborto basada en la justicia de la clínica con las asociaciones de la comunidad fuertes para consolidar la “fuerza vital” de la clínica. Esa fuerza vital ya ha estado trabajando las horas extras para que la clínica se despegue, dijo Nuzzo.
Varios grupos en Maryland han utilizado sus recursos para asociarse con la clínica. Organizaciones comunitarias como el Fondo de Aborto de Baltimore han brindado asistencia para garantizar que las pacientes tengan alojamiento y transporte durante su tiempo en la clínica.
“Este tipo de manera en que observas a tu comunidad en la que has invertido tiempo, energía y amor sale para ti y te brinda su tiempo, energía y amor, es muy afirmativo”, dijo Horvath. “Quiero que todos lo que trabajan en la atención del aborto se sientan tan sostenidos por las personas alrededor de ti”.
La pareja espera mantener ese espíritu de comunidad con los estudiantes de la Universidad de Maryland cuando abran las puertas de sus clínicas. Y algunos estudiantes de esta universidad ya planean corresponder al énfasis de la clínica en el servicio de asistencia a la comunidad.
“Vamos a tratar de llevar a cabo unas recaudaciones de fondos y realmente mostrar nuestro apoyo para este lugar en nuestra comunidad”, dijo Lily Fleischmann, un estudiante de las políticas públicas de segundo año quien es la fundadora y la presidenta de Los Estudiantes de Pro-Choice en esta universidad. “Me da un poco de esperanza”.