Este artículo fue traducido por Sofia Garay desde un reportaje original de Victoria Stavish. To read this story in English, click here.
La voz de Maria Lara resonó a través de la multitud el viernes por la noche.
Vestida con una sudadera granate, Lara habló con casi 80 manifestantes en Lawyers Mall en Annapolis, instando al gobernador de Maryland, Larry Hogan, a restablecer una moratoria de desalojo iniciada por el estado.
La moratoria del estado prohibió que los propietarios de Maryland desalojaran a los inquilinos que no pudieran pagar su alquiler desde marzo de 2020 hasta agosto de 2021. En agosto, Hogan terminó la moratoria porque Maryland ya no estaba en estado de emergencia.
“Vemos muchas familias, mucha gente que está sufriendo por la pandemia. Y…no pueden recuperarse porque no hay suficientes trabajos para trabajar y ganar dinero para continuar pagando el alquiler”, dijo Lara, una residente de Langley Park.
Y el viernes, la oposición a la decisión fue evidente. Los inquilinos de Maryland, políticos locales y estatales y organizadores comunitarios se manifestaron contra la decisión cerca de la casa de Hogan. CASA, la organización de defensa de inmigración más grande en el Atlántico medio, encabezó la manifestación.
El estado de ánimo en la manifestación era palpable — los manifestantes sintieron exasperados por lo que consideran que es la última decisión política durante la pandemia para subestimar y olvidar a las comunidades subrepresentadas. Pero los participantes también se sintieron vigorizados por la posibilidad de cambio.
“Nosotros queremos ser capaces de presumir del estado de nuestra unión más rico y más altamente educado, y también el más reflexivo y compasivo. Y nosotros podemos hacer eso, nosotros tenemos los recursos para hacer eso”, dijo Aisha Braveboy, la procuradora estatal para el Condado de Prince George.
La moratoria estatal de desalojo fue una de las dos protecciones claves para prevenir los desalojos durante la pandemia. La otra, una moratoria nacional instituida por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, también expiró recientemente.
El fin de la moratoria de desalojo afecta desproporcionadamente a las familias negras y latinas, y en el Condado de Montgomery, el 80 por ciento de las personas en riesgo de desalojo calzan en estos grupos, dijo Will Jawando, miembro del consejo del Condado de Montgomery.
“Estas son las personas que necesitan ser protegidas y que merecen vivienda de alta calidad, como todos los demás, en nuestro estado”, dijo Jawando.
La delegada del estado de Maryland, Wanika Fisher (D-Condado de Prince George), dijo que como hija de padres inmigrantes, ella ve como el fin de la moratoria del desalojo hace que las familias de inmigrantes se sientan “olvidadas” y “prescindibles”.
“No estamos pidiendo un descanso, estamos pidiendo la herramienta”, dijo Fisher. “Solo una habilidad. Solo una oportunidad justa”.
El gobierno federal ha proporcionado a Maryland alrededor de $1 mil millones para asistencia para ayudar a los inquilinos a pagar su alquiler. Pero debido a que Hogan no está ejecutando que los propietarios aceptan esa asistencia, las familias están siendo expulsadas de sus hogares, dijo el delegado de Maryland, Vaughn Stewart (D-Condado de Montgomery).
“Es … despreciable, y es inmoral”, dijo Stewart. “Y con un trazo de su bolígrafo, esta noche, el gobernador Hogan podría ponerle fin”.
Madison Green, una estudiante de primer año en la Universidad de Maryland, ha estado involucrada en asuntos locales de la política pública desde que estuvo en la escuela secundaria. Ella dijo que el fin de la moratoria de desalojo muestra cuán subestimados están algunos de los miembros más importantes de la comunidad.
Mientras el objetivo de corto plazo es restablecer la moratoria de desalojo, Green dijo que para llegar a la raíz de los problemas con los desalojos, la dinámica del poder entre los inquilinos y los propietarios necesita ser reevaluada.
“Estamos casi saliendo de la pandemia — o eso es el consenso general — y nos olvidamos de las comunidades invisibles que están sosteniendo el estado entero”, dijo la estudiante de ciencias medioambientales y tecnológicas y ciencias de salud pública. “Es muy frustrante que … estemos teniendo esta discusión sobre si está bien o no echar a la gente de su casa”.
El maestro de ceremonias de la manifestación, Jorge Benitez-Perez, es el organizador de CASA para el Condado de Prince George. Él dijo que las personas cuyas familias no están en riesgo de desalojo necesitan prestar atención a lo que está ocurriendo.
“Se van a despertar un día y verán a muchas familias en la calle, a muchos niños. Van a ver muebles por todas partes”, dijo Benitez-Perez. “Debemos preocuparnos por nuestros vecinos. Debemos preocuparnos por todos los que viven en nuestras comunidades y asegurarnos de que tengan vivienda”.
Rochelle Williams es una inquilina del Condado de Prince George y miembro de From The Roots 240, una organización en el Condado de Prince George que se enfoca en “construir el poder que las personas pobres pueden ejercer a través de la auto-organización en las áreas en que ellos viven, crear una comunidad, y prosperar”.
Para Williams, es imposible poner fin a la moratoria y volver a las cosas como estaban antes de que golpeara la pandemia. Dicen que la pandemia ha “cambiado para siempre” a Maryland.
“Estamos aquí afuera hoy para exigir un cambio”, dijo Williams. “Para exigir la realidad de que la gente importa, nuestros sustentos importan más que cualquier propiedad, cualquier propietario, cualquier tipo de desarrollo. Juntos podemos trabajar y exigir el cambio”.