Este artículo fue traducido por Soribel Almonte desde un reportaje original de Sasha Allen. To read this story in English, click here.

Muchos empleados de la Universidad de Maryland están exigiendo equidad de teletrabajo, solicitando más días de trabajo remoto para los empleos donde aplica y un protocolo de teletrabajo más específico.

Las normas de teletrabajo de la universidad declaran que los empleados deben recibir una clasificación de que cumplen con las expectativas en las evaluaciones a su rendimiento. Sin embargo, los supervisores tienen la autoridad de aprobar o rechazar el teletrabajo para sus empleados.

Jen Patterson es una especialista instructivo tecnológico en la división de informática de esta universidad. Patterson cree que las declaraciones políticas de la universidad son inefectivas al determinar quién deberia recibir días de teletrabajo.

Actualmente Patterson trabaja remotamente tres días a la semana debido al nuevo plan de teletrabajo que su departamento implementó el primero de agosto. Pero, de acuerdo con las reglas de teletrabajo del departamento, dado que Patterson trabaja desde casa tres días a la semana, tuvo que renunciar a su escritorio asignado y ahora usa cualquier escritorio disponible, esto quiere decir que tiene que cambiar de escritorios constantemente.

“Estoy esperando que, en lugar de estas declaraciones políticas, ellos puedan trabajar en un sistema de empleado a empleado con cada trabajador y cada supervisor”, Patterson dijo. “Por el bien de dejarles saber a los empleados que tienen autoridad en sus trabajos, o que son parte de decidir en sus condiciones de trabajo, pienso que sería mejor si ellos solo hablaran con los empleados individualmente”.

Dwonne Knight es un coordinador de soporte de escritorio en las librerías de la universidad. Él también quiere un plan de teletrabajo más individualizado para los empleados alrededor de la universidad.
Knight said since his department lost key members — ones who found higher-paying jobs or felt overworked — he has been given more work and was forced to cut one of his two remote work days.

Knight dijo que desde que su departamento perdió sus mejores empleados — algunos encontraron trabajos de mejor paga y otros se sintieron agobiados — a él le han dado más trabajo y fue obligado a renunciar a uno de sus dos días de trabajo remoto.

Según a una declaración del representante de la universidad, el teletrabajo es determinado por los supervisores basados en los requerimientos del trabajo.

“El supervisor está en la mejor posición para entender las necesidades de los requisitos del trabajo y del negocio. Algunos departamentos pueden establecer rutas de aprobación adicionales individualmente”, dijo en la declaración.

Según la página web de recursos humanos de esta universidad, la norma que previamente requerían a los empleados completar un período de aprobación y de trabajar en su posición por al menos 12 meses antes de teletrabajar está temporalmente suspendida.

A pesar de la suspensión de esta norma, Todd Holden, presidente de la Federación de Empleados Estatales, Municipales, y de Ciudad Local 1072, la unión de empleados de esta universidad, han estado pidiendo un incremento de opciones de teletrabajo para los empleados alrededor del campus.

“El teletrabajo no es solamente un asunto de conveniencia para los empleados”, dijo Holden. “Es también un asunto de equidad para los empleados”.

​​Holden dijo que mientras los estacionamientos se vuelven más escasos en campus y las opciones de transporte se vuelven menos conveniente para los empleados, el teletrabajo se vuelve una opción necesaria.

Como los demás, Holden dijo que los horarios de teletrabajo deberían ser determinados entre el empleado y el supervisor con el fin de acomodar todos los horarios y preferencias personales.

“[Esta universidad] realmente está tratando de tomar decisiones políticas amplias para como grupos grandes de personas puedan teletrabajar y determinar cómo deberían estar teletrabajando o como deberían permitirles teletrabajar”, dijo Holden.

Holden añadió que él cree que la falta de normas estrictas de la universidad les permite a los supervisores decidir arbitrariamente cuando permitirles a los empleados teletrabajar.

​​Holden añadió que cree que hay ocasiones donde el teletrabajo es rechazado arbitrariamente. Él dijo que las normas de la universidad les permiten a los supervisores decidir cuándo permitir teletrabajo sin el seguimiento de normas estrictas — porque no hay ninguna.

Para crear un sistema de teletrabajo más equitativo, Patterson quiere que la universidad examine las responsabilidades de trabajo de cada individuo para decidir quiénes son elegibles para teletrabajar.

“Ojalá ellos puedan examinar los títulos y responsabilidades de trabajo, y de esa manera, que no sean los supervisores los que decidan cuál empleado es apto para teletrabajo”, dijo Patterson.