Este artículo fue traducido por Milvian Gonzalez sobre el reportaje original escrito por Sasha Allen. To read this story in English, click here.

Después de uno de los veranos más calientes que el estado nunca ha visto, muchos empleados de la Universidad de Maryland están empujando para agregar notificaciones de calor extremo al sistema de alertas UMD.

El sistema de alertas automáticamente manda mensajes de texto y correos electrónicos a estudiantes y personal acerca de crimen local, clima extremo, cierres de campus y otros problemas de seguridad que afectan a College Park. Pero según Todd Holden, presidente de la Federación Estadounidense de Empleados Estatales, Municipales y de Condados Local 1072 – la unión de los empleados en esta universidad – las alertas de calor extremo no están incluidas en el sistema de alertas. Esto deja a los empleados de campus desprevenidos para días calurosos, dijo Holden.

“Cuando el calor así mismo se convierte en una condición peligrosa, puede ser igual de peligroso como una tormenta de nieve o una tormenta fuerte”, dijo Holden.

Este verano, que fue el verano más caliente en récord global, hubo una muerte relacionada con calor registrada en el estado. Este julio fue 0.43 grados más caliente que cualquier otro julio, según la NASA.

En College Park, durante junio, julio y agosto, habían 14 días este año donde la temperatura máxima fue 90 grados o más según la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica. La temperatura máxima promedio en julio ha sido consistentemente más de 88 grados desde el 2019.

La ama de casa Admire Stewart ha trabajado con esta universidad por 14 años y trabaja en Hagerstown Hall, el cual solo tiene aire acondicionado en los salones. Mientras el personal de limpieza recibía ventiladores y a veces helados, el calor todavía la afectaba diariamente este verano, ella dijo.

“Me da urticaria por calor, que puede ser muy irritante”, dijo Stewart. “Te sientes como que quieres vomitar mucho por el calor, dolores de cabeza y tomando mucha agua”.

Nadine Duvelsaint también es ama de casa que trabaja en las salas de Hagerstown y Ellicott. Ella dijo que en ambos dormitorios era difícil trabajar por el calor, especialmente en las primeras semanas de escuela. “Me sentía mareada, y también muy cansada”, dijo Duvelsaint. “Cuando estamos trabajando así, no es bueno”.

Las amas de casa están permitidos tomar descansos en los salones en Hagerstown si se sienten enfermas o mareadas, dijo Stewart. En los días más calurosos los personales que están severamente afectados pueden ir a casa. Sin embargo, debido a que los dormitorios necesitan personal, muchos personales de limpieza sienten que tienen que trabajar a pesar de las condiciones, dice Stewart.

Al principio de cada verano, el personal de limpieza recibe un entrenamiento para la prevención de lesiones de calor, según las Instalaciones Residenciales de la universidad. Los supervisores también tienen escáneres de temperatura y humedad para evaluar las condiciones de trabajo.

El personal de la limpieza también recibe información cada mañana sobre medidas preventivas, y siguen un plan comprensivo de prevención de lesión de calor que es informado por y consistente con ayuda de los grupos nacionales de seguridad de ocupación, dijo instalaciones residenciales dijeron en un mensaje de correo electrónico. Las Instalaciones Residenciales también no han recibido reportes de enfermedades por calor o lesiones causadas por el personal de limpieza en los últimos dos años, dijo el mensaje.

“Mientras el índice de calor aumenta, ajustamos los horarios de trabajo, moderamos las actividades y aumentamos la frecuencia y duración de los descansos”, escribió Instalaciones Residenciales. “Paramos trabajo si el índice de calor indica que las condiciones laborales son peligrosas”.

Stewart dijo que ella recibe alertas de calor de las escuelas del condado de Montgomery, donde su hija de siete años va a la escuela. Las alertas le ayudan a preparar a su hija, quien tiene eczema que se empeora en el calor, con mandarla a la escuela con vaselina para volver a aplicar durante el día.

“Yo creo que es una buena idea”, dijo Stewart. “Ellos deben estar mandando alertas cuando tenemos mucho calor por todos lados para que la gente sepa como cuidarse”.

La editora de datos Victoria Stavish contribuyó a esta historia.