Este artículo fue traducido por Maya Rosenberg desde un reportaje original de un periodista independiente, Rachel McCrea. To read this story in English, click here.

Omolayo Adebayo fundó The Neighborhood Well en 2017 después de tener un sueño sobre una ducha móvil que sería un recurso para la comunidad de personas sin hogar. Cuatro años después, ella ha hecho realidad esa visión.

A principios de octubre, la organización sin fines de lucro lanzó oficialmente su programa de ducha móvil en la Primera Iglesia Unida Metodista de Hyattsville. El remolque reformado proporciona una ducha caliente, artículos de aseo personal y ropa de repuesto dos veces al mes a las personas del condado sin hogares.

“Lo que queremos hacer es solo proporcionar una oportunidad para que nuestros vecinos se limpien en un espacio cómodo”, dijo Adebayo.

La Primera Iglesia Unida Metodista acogerá la ducha durante sus primeros seis meses, entonces será reubicada periódicamente a sitios diferentes alrededor del condado de Prince George.

The Neighborhood Well no es el único grupo trabajando en el condado de Prince George con la gente sin alojamiento y los residentes con inseguridad de vivienda. Es solo una parte de una red más grande de iglesias, organizaciones sin fines de lucro y religiosas que colaboran en varias iniciativas diferentes.

Durante los últimos cuatro años, Adebayo y su equipo han trabajado en y alrededor del condado de Prince George, distribuyendo “bolsas de bendiciones”, llenas de productos de higiene además de artículos estacionales como gorros y bufandas. El equipo de Adebayo repartió bolsas en el parque de Franklin Square en Washington, D.C. además de campamentos varios. También se asociaron con los Servicios de Crisis de la Comunidad en iniciativas como el programa de Warm Nights.

“Literalmente cualquier parte donde han estado nuestros vecinos sin hogar es donde intentaríamos servir”, dijo Adebayo.

El Day Center, dirigido por Donny Phillips y alojado en la Iglesia Cristiana Universitaria en Hyattsville, ha proporcionado servicios a la comunidad de personas sin hogar desde 2016. Consiste de 10 congregaciones, incluyendo la Iglesia Menonita de Hyattsville.

Cada martes y jueves, el Day Center busca ofrecer “los ingredientes perdidos” que muchas personas sin hogar necesitan, incluyendo refugio, duchas, lavandería, computadores, estaciones de carga y más. Aunque ha estado distribuyendo almuerzos en bolsa debido a la pandemia, el centro comenzó a servir sus comidas calientes una vez más el martes.

El programa recibe comida y donaciones de Nando’s en College Park y la cervecería de Franklin’s en la Ruta 1. Sin embargo, su socio principal para las comidas calientes han sido los salones de comida de la universidad de Maryland.

“No estoy segura de cómo surgió”, dijo Cindy Lapp, la pastor principal de la Iglesia Menonita de Hyattsville. “No sé cuál fue la conexión, pero de alguna manera pudimos obtener la comida sobrante [de Maryland] para el Day Center, y entonces servirle eso a la gente”.

Aunque la universidad no proporciona actualmente alimentos al Day Center debido al coronavirus, los organizadores esperan restablecer esta colaboración en 2022. Hasta entonces, las congregaciones y los grupos comunitarios trabajarán proporcionando comida a sus beneficiarios.

Además de las necesidades del día a día, también el Day Center proporciona un espacio social para personas sin vivienda y con inseguridad de vivienda.

“Originalmente, queríamos un lugar con pocos obstáculos donde la gente puede obtener comida [y] un lugar donde socializar”, dijo Phillips.

Lapp también reconoce la importancia de la comunidad en el centro.

“El Day Center ha sido … un lugar muy bueno para la gente que a veces se siente realmente marginada … para juntarse y construir alguna comunidad”, ella dijo. “Es algo verdaderamente increíble”.

La inauguración de la ducha móvil del Neighborhood Well fue la culminación de años de trabajo, pero Adebayo tiene planes de expandir la magnitud del programa y trabajará junto con otras organizaciones que puedan proporcionar los chequeos de salud, asistencia de trabajo y servicios de vivienda.

“Creo que una [idea errónea] es que, ya sabes, una persona sin hogar se ve de una manera particular o actúa de una manera particular, o vive en un área particular”, ella dijo. “Alguna de las cosas … que deseamos hacer mientras expandimos es llamar la atención al hecho de que la gente sin hogar está en todas partes”.

El Day Center y The Neighborhood Well sólo son dos ejemplos de una comunidad más grande de organizaciones religiosas sin fines de lucro y organizaciones de la iglesia. Docenas de estos grupos están ligados por sus esfuerzos para ayudar a la comunidad sin hogar dentro de un sistema muy unido de cooperación que se remonta a décadas atrás.

“Muchas de las congregaciones han estado involucradas con … ayudar a [la] gente sin hogar y marginada durante los últimos 30 años”, dijo Phillips.

The Neighborhood Well, y las iglesias Cristiana Universitaria y Menonita de Hyattsville no trabajan juntas, pero están conectadas a través de los Servicios de Crisis de la Comunidad Inc., o CCSI, por sus siglas en inglés.

Originalmente fundado en 1970 como parte de una línea directa de crisis, CCSI ha sido un socio principal para muchos de estos grupos a través del programa de Warm Nights. Aunque ahora lo acoge un hotel local, el programa funcionó durante años a través de las iglesias del condado que ofrecían refugio nocturno a personas y familias sin hogar durante los meses de invierno.

Adebayo, Lapp y Phillips han trabajado todos con Warm Nights y casi 60 iglesias a través del condado estuvieron involucradas.

Según Lapp, su congregación estaba entusiasmada por formar parte de este programa. Sin embargo, señaló que pasar “del sótano de una iglesia al sótano de otra iglesia” distaba mucho de ser una solución perfecta para las personas y familias sin vivienda.

“Hizo feliz a la congregación poder hacer algo tangible, algo que fue útil para las personas que realmente necesitaban la ayuda, pero que no era ideal para las familias”, ella dijo.

El trabajo de las organizaciones e iniciativas como Warm Nights, The Neighborhood Well y el Day Center pretende ayudar a sus comunidades, pero algunos dicen que aún queda mucho camino por recorrer para enfrentarnos a la falta de vivienda y a la desigualdad habitacional. Lapp considera que su trabajo es un “parche” para problemas estructurales de mayor envergadura.

“El sistema está roto, creo que tenemos que encontrar formas de ayudar a la gente que necesita ayuda”, ella dijo.